Urticaria Crónica Espontánea (UCE)

La urticaria crónica espontánea (UCE) es una enfermedad cutánea que provoca la aparición de ronchas rojas o habones, acompañadas de picazón intensa, que aparecen y desaparecen diariamente durante al menos seis semanas, sin una causa identificable como alimentos, medicamentos o alérgenos específicos.

En algunos casos, se acompaña de angioedema, una hinchazón más profunda en labios, párpados o manos. La urticaria crónica puede ser impredecible, con brotes que duran meses o incluso años.

Aunque no es contagiosa ni peligrosa para la vida, puede causar un impacto emocional y social importante debido a la molestia y alteración del sueño.

¿Cómo comprobar los signos y síntomas?

Para identificar la urticaria crónica espontánea, se deben observar los siguientes síntomas:

  • Aparición diaria o casi diaria de ronchas rojas con picazón intensa.
  • Las ronchas duran menos de 24 horas en el mismo sitio, pero aparecen en nuevas zonas.
  • Hinchazón (angioedema) ocasional en labios, párpados, rostro o extremidades.
  • Ausencia de causa clara como alergias, infecciones o medicamentos.

Para comprobar si es urticaria crónica espontánea, anota durante varias semanas:

  • Frecuencia y duración de las ronchas.
  • Ubicación en el cuerpo.
  • Si hay otros desencadenantes aparentes.

Si los síntomas se repiten constantemente por más de 6 semanas, sin causa evidente, es importante consultar al médico para confirmar el diagnóstico y descartar otras condiciones.

Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas

Qué hacer:

  • Consultar con un médico para establecer un plan de tratamiento.
  • Usar antihistamínicos no sedantes de forma regular (no solo cuando hay ronchas).
  • Aplicar compresas frías para aliviar la picazón.
  • Identificar y evitar posibles agravantes: estrés, alcohol, calor o presión en la piel.
  • Mantener la piel hidratada con lociones sin fragancia.

Qué no hacer:

  • No automedicarse con corticoides por largos periodos sin supervisión médica.
  • Evitar rascarse con fuerza, ya que puede empeorar la irritación.
  • No suspender el tratamiento al primer alivio; la continuidad es clave.
  • No usar productos con fragancias o químicos fuertes que puedan irritar la piel.

Causas comunes de la urticaria crónica espontánea

En la mayoría de los casos, no se encuentra una causa específica. Aun así, algunas posibles asociaciones incluyen:

  • Reacciones autoinmunes, en las que el sistema inmune ataca por error los mastocitos de la piel.
  • Infecciones crónicas (dientes, sinusitis, H. pylori).
  • Enfermedades tiroideas o hepáticas.
  • Factores emocionales o estrés, que pueden agravar los brotes.
  • Uso de antiinflamatorios no esteroides (AINEs) o ciertos antibióticos.

Aunque se le llama «espontánea», puede haber factores desencadenantes sutiles que el médico tratará de identificar mediante historia clínica y análisis.

Posible tratamiento de la urticaria crónica espontánea

El tratamiento se enfoca en controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Incluye:

1. Antihistamínicos:

  • De primera línea: antihistamínicos no sedantes como loratadina, cetirizina o fexofenadina.
  • Se pueden aumentar las dosis (hasta 4 veces la dosis habitual) si los síntomas no mejoran.

2. Tratamientos avanzados:

  • Si no hay respuesta a antihistamínicos, el médico puede indicar omalizumab, un anticuerpo monoclonal subcutáneo.
  • En casos severos, puede considerarse ciclosporina bajo estricta vigilancia.

3. Cuidados adicionales:

  • Educación sobre el manejo de la enfermedad.
  • Identificación de factores agravantes.
  • Apoyo psicológico si el impacto emocional es considerable.

La evolución es variable: algunas personas mejoran en meses, mientras otras presentan síntomas por años.

¿Cuándo ir al médico?

Debes consultar al médico si:

  • Las ronchas aparecen de forma repetida durante más de seis semanas.
  • No mejoras con antihistamínicos de venta libre.
  • Aparecen síntomas de angioedema en labios, lengua o párpados.
  • Hay alteraciones en el sueño, la vida social o el bienestar emocional.
  • Se presentan síntomas acompañantes como fiebre, dolor articular o pérdida de peso (que pueden indicar otra enfermedad).

El especialista en alergología o dermatología puede realizar exámenes para descartar causas subyacentes y ajustar el tratamiento.

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