
1. Descripción general
Los trastornos transitorios de la conciencia son episodios breves en los que una persona pierde el conocimiento o el contacto con el entorno de forma súbita. Los más frecuentes en urgencias son:
- Síncope: pérdida de conocimiento breve y reversible, habitualmente por una caída temporal del flujo de sangre al cerebro.
- Convulsiones: actividad eléctrica anormal en el cerebro que provoca pérdida de conciencia, movimientos involuntarios y rigidez muscular.
Aunque muchos episodios son benignos y se resuelven solos, es fundamental una evaluación médica completa para descartar causas graves, especialmente si es la primera vez que ocurre o si hay antecedentes médicos relevantes.
2. Tratamiento
Durante el episodio:
- Proteger a la persona: colocarla en el suelo, de lado, y retirar objetos peligrosos alrededor.
- No introducir nada en la boca si hay convulsiones.
- Aflojar ropa ajustada y permitir que el episodio termine sin forzar la recuperación.
- Si no respira, iniciar reanimación cardiopulmonar y pedir ayuda urgente.
Después del episodio:
- Permitir que la persona descanse.
- No darle comida ni bebida hasta que recupere completamente la conciencia.
- Anotar lo sucedido: duración, movimientos, color de la piel, si hubo mordedura de lengua o pérdida de orina.
El tratamiento definitivo dependerá de la causa del episodio:
- En el síncope vasovagal (el más común), suele bastar con hidratación, reposo y evitar desencadenantes.
- Si se identifica una convulsión epiléptica, el tratamiento incluirá medicación antiepiléptica tras la evaluación neurológica.
- Si se detectan trastornos del ritmo cardíaco, puede requerirse tratamiento cardiológico específico (como marcapasos).
3. Investigaciones adicionales
En urgencias o en consulta, el equipo médico puede solicitar:
- Análisis de sangre: para revisar glucosa, electrolitos, función renal, anemia, infecciones u otras alteraciones.
- Electrocardiograma (ECG): para detectar arritmias o problemas cardíacos.
- Electroencefalograma (EEG): si se sospechan crisis epilépticas.
- Tomografía (TC) o resonancia magnética (RM) cerebral: si hay síntomas neurológicos, traumatismo o es la primera vez que ocurre.
- Holter de 24 h o monitorización cardíaca prolongada: si se sospechan alteraciones del ritmo que no se detectan en urgencias.
4. Ecografía
No es una prueba habitual en estos casos, pero puede usarse si se sospechan:
- Problemas cardíacos estructurales (mediante ecocardiograma)
- Signos de déficit de volumen o deshidratación (ecografía de vena cava)
- Causas abdominales secundarias (dolor, infección)
5. Tomografía computarizada (TC)
Se indica si:
- Es la primera vez que ocurre un episodio con pérdida de conciencia
- Hubo traumatismo craneal asociado
- Hay déficit neurológico persistente
- Se sospechan causas estructurales, como sangrado o tumores
Es una prueba rápida y útil en urgencias.
6. Resonancia magnética (RM)
Se realiza si se sospechan:
- Lesiones cerebrales estructurales no visibles en la TC
- Epilepsia focal
- Ictus de pequeña extensión
- Trastornos neurológicos progresivos
No es una prueba urgente, pero se recomienda en el seguimiento de casos complejos o sin diagnóstico claro.
Cuándo buscar asesoramiento urgente
Acude inmediatamente a urgencias si tú o alguien cercano presenta:
- Pérdida de conciencia sin causa aparente
- Convulsiones, especialmente si duran más de 5 minutos
- Episodio con traumatismo craneal
- Debilidad, dificultad para hablar o ver después del episodio
- Dolor en el pecho, palpitaciones o falta de aire
- Pérdida de conciencia durante el ejercicio
- Historia previa de epilepsia o enfermedades cardíacas
- Episodios que se repiten en poco tiempo
Cláusula de responsabilidad
Esta información es orientativa y no sustituye la atención médica. Si has tenido un episodio de pérdida de conciencia, convulsión o síncope, consulta lo antes posible con un profesional de salud o acude a urgencias, aunque ya te sientas bien. Un diagnóstico precoz puede prevenir complicaciones graves.
