
¿Qué es la tosferina?
La tosferina, también conocida como tos ferina o pertussis, es una infección respiratoria altamente contagiosa causada principalmente por la bacteria Bordetella pertussis. A pesar de la disponibilidad de vacunas, la tosferina sigue siendo un problema de salud pública mundial, con un aumento significativo de casos en las últimas décadas, incluso en poblaciones con altas tasas de vacunación.
Principales síntomas de la tosferina
La tosferina presenta tres fases clínicas:
- Fase catarral: Dura 1-2 semanas y se caracteriza por síntomas similares a un resfriado común, como rinorrea, estornudos, febrícula y tos leve.
- Fase paroxística: Dura de 2 a 6 semanas, con ataques de tos rápida y violenta (paroxismos), seguidos de un estridor inspiratorio característico conocido como “gallo”.
- Fase de convalecencia: Puede durar semanas o meses, con una reducción gradual de la tos.
¿Por qué es importante el diagnóstico temprano?
El diagnóstico temprano de la tosferina es fundamental para reducir complicaciones graves, especialmente en lactantes menores de 6 meses, quienes tienen mayor riesgo de apnea y cianosis. Detectarla a tiempo permite iniciar un tratamiento adecuado, disminuir la transmisión y prevenir casos graves.
¿Qué tan común es?
Aunque las campañas de vacunación han reducido su incidencia, la tosferina sigue siendo común en muchos países, especialmente en aquellos con bajas coberturas de vacunación o donde la inmunidad ha disminuido con el tiempo. El aumento de casos en las últimas décadas se ha registrado incluso en poblaciones con altas tasas de vacunación.
Causas de la tosferina
La tosferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis. La transmisión ocurre a través de gotitas respiratorias al toser o estornudar, especialmente en espacios cerrados o con contacto cercano.
Tratamiento disponible
El tratamiento incluye el uso de antibióticos como la eritromicina, azitromicina o claritromicina, que ayudan a reducir la transmisión. El manejo en el servicio de emergencias debe enfocarse en mantener la vía aérea abierta, el aislamiento respiratorio y la hidratación adecuada. En casos graves, especialmente en lactantes, puede ser necesario el ingreso hospitalario.
Prevención de la tosferina
La vacunación es la principal medida preventiva. Se recomienda la inmunización de los lactantes, refuerzos en adolescentes y vacunación en embarazadas para proteger a los recién nacidos. Además, el aislamiento de casos confirmados es fundamental para evitar la propagación.
Investigación y ensayos clínicos
Actualmente, se investigan nuevas estrategias de vacunación para aumentar la inmunidad en adolescentes y adultos jóvenes. También se están desarrollando vacunas más eficaces para cubrir cepas emergentes y mejorar la duración de la protección.
