La tendinitis del hombro, también conocida como «hombro doloroso,» es una inflamación de los tendones que rodean la articulación del hombro, especialmente los del manguito rotador. Esta condición causa dolor, rigidez y dificultad para mover el brazo. Es común en personas que realizan movimientos repetitivos del hombro o levantan objetos pesados.
Causas
La tendinitis del hombro puede desarrollarse debido a varias causas y factores de riesgo, entre ellos:
- Sobrecarga repetitiva:
- Movimientos frecuentes del brazo, como lanzar, pintar, levantar pesas o realizar trabajos manuales.
- Deportes como natación, tenis o béisbol.
- Lesiones:
- Caídas o golpes directos en el hombro.
- Movimientos bruscos que pueden irritar los tendones.
- Degeneración con la edad:
- En personas mayores, el uso repetido de los tendones a lo largo de los años puede llevar al desgaste, haciéndolos más susceptibles a la inflamación.
- Postura inadecuada o desequilibrio muscular:
- Mala postura al trabajar o dormir puede provocar tensión en los tendones del hombro.
- Condiciones médicas asociadas:
- Artritis, diabetes o problemas de circulación pueden aumentar el riesgo de desarrollar tendinitis.
Signos y síntomas
Los síntomas de la tendinitis del hombro pueden variar según la gravedad, pero los más comunes son:
- Dolor en el hombro:
- Empeora con el movimiento del brazo, especialmente al levantarlo por encima de la cabeza.
- Puede irradiarse hacia el brazo o el cuello.
- Rigidez:
- Dificultad para mover el hombro completamente, especialmente al realizar actividades cotidianas como peinarse o vestirse.
- Debilidad en el brazo:
- Sensación de falta de fuerza al levantar objetos o realizar tareas simples.
- Inflamación:
- Puede haber hinchazón en el hombro, aunque no siempre es visible.
- Dolor nocturno:
- Dificultad para dormir debido a molestias al apoyar el hombro afectado.
¿Cuándo visitar al médico?
Debes consultar a un médico si:
- El dolor persiste durante más de unos días o empeora con el tiempo.
- Tienes dificultad significativa para mover el brazo o el hombro.
- El dolor interfiere con tus actividades diarias o tu descanso nocturno.
- Experimentas inflamación severa o signos de lesión aguda tras un golpe.
Un diagnóstico temprano mediante evaluación física, radiografías o resonancia magnética puede prevenir complicaciones como el desgarro del tendón o la pérdida de movilidad.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la gravedad de la inflamación, pero generalmente incluye opciones conservadoras y, en casos más graves, intervenciones médicas o quirúrgicas.
- Tratamientos no quirúrgicos:
- Reposo: Evitar actividades que agraven el dolor.
- Hielo: Aplicar compresas frías en el hombro para reducir la inflamación y el dolor.
- Medicamentos: Antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como ibuprofeno o naproxeno para aliviar el dolor y la inflamación.
- Fisioterapia: Ejercicios para fortalecer los músculos del hombro, mejorar la postura y restaurar la movilidad.
- Terapias complementarias: Ultrasonido o terapia láser pueden ayudar a acelerar la recuperación.
- Intervenciones médicas:
- Inyecciones de corticosteroides: Reducen la inflamación severa, pero su uso debe ser limitado debido a los efectos secundarios.
- Cirugía:
- Si los tratamientos conservadores no funcionan o hay daño severo, como un desgarro del tendón, puede ser necesaria una cirugía para reparar los tejidos afectados.
Prevención
Estas medidas pueden ayudar a prevenir el desarrollo de la tendinitis del hombro:
- Calentamiento y estiramiento: Antes de realizar ejercicios o actividades que involucren los hombros.
- Fortalecimiento muscular: Ejercicios regulares para mantener los músculos del hombro y la espalda fuertes y equilibrados.
- Evitar sobrecargas: No levantar objetos demasiado pesados y realizar movimientos de forma adecuada.
- Buena postura: Mantén una postura adecuada al trabajar, usar el teléfono o dormir.