
El síndrome del ojo seco es una enfermedad multifactorial que afecta la superficie ocular y la producción de lágrimas. Se produce cuando las lágrimas no son suficientes o no tienen la composición adecuada para lubricar el ojo correctamente. Esto provoca inflamación e incomodidad, e incluso puede dañar la córnea si no se trata.
Es una de las causas más frecuentes de consulta oftalmológica, especialmente en personas mayores, quienes usan pantallas por tiempo prolongado o en ambientes con aire acondicionado.
¿Cómo comprobar los signos y síntomas del síndrome del ojo seco?
La hiposecreción lagrimal o mala calidad de la lágrima se manifiesta con síntomas característicos que se deben tener en cuenta para comprobar si se trata de este síndrome:
- Sensación de ardor o picor ocular
- Ojos rojos o irritados
- Sensación de cuerpo extraño o arenilla
- Visión borrosa que mejora al parpadear
- Lagrimeo excesivo como respuesta a la irritación
- Molestias al usar pantallas o leer por mucho tiempo
Para confirmar el diagnóstico, el oftalmólogo puede realizar pruebas como el test de Schirmer, para medir la producción de lágrimas, o pruebas de tinción para evaluar el daño en la superficie del ojo.
Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas
Qué hacer:
- Usar lágrimas artificiales sin conservantes varias veces al día.
- Parpadear con frecuencia, especialmente frente a pantallas.
- Mantener una buena hidratación general.
- Utilizar humidificadores en ambientes secos o con aire acondicionado.
- Seguir una dieta rica en omega 3 (pescado, linaza, chía).
- Usar gafas de sol para proteger los ojos del viento y la luz.
Qué no hacer:
- No automedicarse con colirios sin indicación médica.
- Evitar el uso excesivo de pantallas sin pausas visuales.
- No frotar los ojos, ya que puede agravar la irritación.
- Evitar ambientes con humo, polvo o ventiladores fuertes.
- No usar lentes de contacto si causan molestias.
Causas comunes del síndrome del ojo seco
Las causas más frecuentes del ojo seco incluyen:
- Edad avanzada (más común en mayores de 50 años)
- Uso prolongado de pantallas sin pausas visuales
- Cambios hormonales, especialmente en mujeres posmenopáusicas
- Uso de lentes de contacto
- Ambientes secos o con aire acondicionado
- Cirugías oculares previas, como LASIK
- Enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Sjögren
- Medicamentos, como antihistamínicos, antidepresivos o diuréticos
Posible tratamiento del síndrome del ojo seco
El tratamiento depende de la causa y la gravedad. Las opciones más comunes incluyen:
- Lágrimas artificiales: el tratamiento base para lubricar el ojo.
- Geles o pomadas oftálmicas para usar por la noche.
- Tapones lagrimales para conservar las lágrimas naturales.
- Medicamentos antiinflamatorios tópicos, como ciclosporina o corticoides leves.
- Tratamientos con luz pulsada intensa (IPL) en casos crónicos.
- Terapias específicas si hay enfermedades autoinmunes asociadas.
El manejo suele ser continuo, y muchas veces requiere seguimiento con oftalmología.
¿Cuándo ir al médico?
Debes consultar al médico si:
- Sientes molestias oculares frecuentes como ardor, picor o visión borrosa.
- Usas lágrimas artificiales a diario sin alivio suficiente.
- Trabajas muchas horas frente a una pantalla y tienes síntomas persistentes.
- Notas enrojecimiento, dolor o secreción en los ojos.
- Tienes enfermedades autoinmunes que afectan ojos y boca.
El síndrome del ojo seco puede mejorar significativamente con tratamiento adecuado. Cuanto antes se detecte, mejor será la respuesta terapéutica.