La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por la bacteria Treponema pallidum. Esta enfermedad puede afectar a varias partes del cuerpo y progresar a través de diferentes etapas si no se trata, causando complicaciones graves a largo plazo. Sin embargo, es una condición curable si se detecta a tiempo.
Causas de la sífilis
La sífilis se transmite principalmente a través del contacto sexual directo con una llaga o lesión sifilítica, conocidas como chancros, que aparecen en los genitales, la boca o el ano de una persona infectada. También puede transmitirse de una madre infectada a su bebé durante el embarazo o el parto, lo que se conoce como sífilis congénita.
Los factores de riesgo para contraer sífilis incluyen:
- Relaciones sexuales sin protección (sin condón).
- Tener múltiples parejas sexuales.
- Contacto cercano con una persona infectada.
- Consumo de drogas que implique compartir jeringas.
Signos y síntomas médicos
La sífilis progresa en etapas y cada una tiene síntomas específicos:
- Sífilis primaria:
- Aparece un chancro (llaga indolora) en el área de infección, como los genitales, boca o ano.
- El chancro desaparece por sí solo en unas semanas, aunque la infección permanece activa.
- Sífilis secundaria:
- Erupción cutánea en el cuerpo, incluidas las palmas de las manos y plantas de los pies.
- Fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, fatiga y dolores musculares.
- Parches blancos o lesiones en la boca o genitales.
- Fase latente:
- No presenta síntomas visibles, pero la bacteria sigue presente en el cuerpo.
- Puede durar años sin tratamiento y progresar a una etapa más grave.
- Sífilis terciaria:
- Afecta órganos vitales como el corazón, cerebro, nervios, ojos y huesos.
- Puede causar ceguera, parálisis, problemas cardíacos graves y hasta la muerte.
- Sífilis congénita:
- En bebés, puede causar deformidades, ceguera, sordera, anemia severa o incluso la muerte al nacer.
¿Cuándo visitar al médico?
Debes acudir al médico si:
- Notas cualquier llaga, erupción cutánea o síntomas que coincidan con los descritos.
- Tuviste relaciones sexuales sin protección con una pareja nueva o desconocida.
- Tienes diagnóstico de otra ITS (como gonorrea o VIH), ya que aumenta el riesgo de sífilis.
- Eres mujer y estás embarazada; es fundamental realizar pruebas de sífilis durante el control prenatal.
Un diagnóstico temprano puede evitar complicaciones graves.
Tratamiento
El tratamiento para la sífilis es sencillo y eficaz si se detecta a tiempo. Consiste en la administración de penicilina, un antibiótico que elimina la bacteria. La cantidad y duración del tratamiento dependerán de la etapa de la enfermedad.
- Sífilis primaria, secundaria y latente temprana: Generalmente se requiere una única dosis de penicilina inyectable.
- Sífilis latente tardía o terciaria: Puede necesitar varias dosis repartidas en semanas.
- Sífilis congénita: Los recién nacidos infectados deben recibir tratamiento inmediato para evitar complicaciones.
Es importante abstenerse de relaciones sexuales hasta que el tratamiento se complete y un médico confirme que la infección ha sido eliminada.