La neoplasia maligna del útero, también conocida como cáncer uterino, es una enfermedad en la que las células anormales del útero comienzan a crecer de manera descontrolada. Es uno de los tipos de cáncer ginecológico más comunes y puede desarrollarse en el revestimiento interno del útero (endometrio) o, menos frecuentemente, en el tejido muscular (sarcoma uterino). El cáncer de endometrio es el más frecuente y afecta principalmente a mujeres después de la menopausia.
Causas
Aunque la causa exacta no siempre es clara, varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar una neoplasia maligna del útero:
- Desequilibrios hormonales:
- El exceso de estrógeno sin una adecuada compensación de progesterona puede estimular el crecimiento anormal del endometrio.
- Edad avanzada:
- Es más común en mujeres mayores de 50 años.
- Obesidad:
- La grasa corporal contribuye a un aumento de los niveles de estrógeno, lo que incrementa el riesgo.
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP):
- Asociado a ciclos menstruales irregulares y mayores niveles de estrógeno.
- Historia médica y familiar:
- Antecedentes de cáncer de mama, ovario o colon.
- Presencia de síndromes genéticos como el síndrome de Lynch.
- Terapias hormonales:
- Uso prolongado de estrógeno sin progesterona o tamoxifeno para el tratamiento de cáncer de mama.
- Otros factores:
- Diabetes, hipertensión y menstruación temprana o menopausia tardía.
Signos y síntomas médicos
Los síntomas varían según la etapa de la enfermedad, pero los más comunes incluyen:
- Sangrado vaginal anormal:
- Sangrado después de la menopausia.
- Períodos menstruales más abundantes o prolongados en mujeres premenopáusicas.
- Sangrado entre períodos.
- Dolor pélvico:
- Sensación de presión o dolor persistente en la región pélvica.
- Flujo vaginal anormal:
- Flujo acuoso o con sangre que puede tener mal olor.
- Otros síntomas:
- Pérdida de peso no intencionada.
- Dificultad o dolor al orinar.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
Si bien estos síntomas no siempre indican cáncer, su presencia justifica una evaluación médica inmediata.
¿Cuándo visitar al médico?
Es crucial buscar atención médica si:
- Hay sangrado vaginal anormal, especialmente después de la menopausia.
- Se presentan otros síntomas persistentes, como dolor pélvico o flujo vaginal inusual.
- Existe un historial familiar de cáncer ginecológico o factores de riesgo conocidos.
El diagnóstico temprano mejora significativamente las probabilidades de un tratamiento exitoso.
Diagnóstico
El médico puede utilizar las siguientes herramientas para diagnosticar una neoplasia maligna del útero:
- Examen físico y ginecológico.
- Ecografía transvaginal:
- Evalúa el grosor del endometrio y detecta anomalías.
- Biopsia endometrial:
- Toma de una muestra del tejido del endometrio para analizarlo.
- Histeroscopia:
- Inspección del interior del útero mediante una cámara.
- Imágenes avanzadas:
- Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) para determinar la extensión de la enfermedad.
Tratamiento
El tratamiento dependerá del tipo y la etapa del cáncer, pero las opciones principales incluyen:
- Cirugía:
- Histerectomía (extirpación del útero), a menudo acompañada de la extracción de los ovarios, trompas de Falopio y ganglios linfáticos.
- Radioterapia:
- Para destruir células cancerosas residuales o reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía.
- Quimioterapia:
- Uso de medicamentos para tratar el cáncer que se ha diseminado o que es agresivo.
- Terapia hormonal:
- Indicada en algunos casos, especialmente si el cáncer es sensible a las hormonas.
- Inmunoterapia o terapias dirigidas:
- En casos avanzados, se utilizan medicamentos que atacan células cancerosas específicas.
Prevención
Aunque no siempre se puede prevenir, algunos hábitos pueden reducir el riesgo:
- Mantener un peso saludable y una dieta equilibrada.
- Realizar actividad física regularmente.
- Controlar enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión.
- Usar anticonceptivos hormonales bajo supervisión médica (pueden ofrecer protección contra el cáncer de endometrio).
- Someterse a chequeos ginecológicos regulares.