El labio fisurado y el paladar hendido son defectos congénitos que ocurren cuando el labio superior o el paladar (techo de la boca) no se desarrollan completamente durante el embarazo. Esto provoca una abertura o separación que puede variar en tamaño y gravedad. Estas condiciones afectan la alimentación, el habla y, en algunos casos, la apariencia, pero pueden ser tratadas exitosamente mediante cirugía y terapias complementarias.
Causas
Aunque la causa exacta no siempre es conocida, diversos factores pueden contribuir al desarrollo de estas condiciones:
- Factores genéticos: Antecedentes familiares aumentan el riesgo.
- Factores ambientales durante el embarazo:
- Exposición a tabaco, alcohol o drogas.
- Deficiencia de ácido fólico en la madre.
- Infecciones virales o enfermedades maternas durante el embarazo.
- Combinación de genética y ambiente: En la mayoría de los casos, ambos factores están involucrados.
Signos y síntomas médicos
El labio fisurado y el paladar hendido pueden presentarse de forma aislada o combinada. Los síntomas más comunes son:
- Labio fisurado:
- Apertura en el labio superior que puede ser unilateral (un lado) o bilateral (ambos lados).
- Puede ser una pequeña hendidura o una separación completa hasta la nariz.
- Paladar hendido:
- Abertura en el techo de la boca que puede ser parcial o total.
- Dificultades para succionar o alimentarse en recién nacidos.
- Paso de líquidos o alimentos hacia la nariz al comer.
Otros problemas asociados incluyen:
- Dificultades en el habla y articulación.
- Infecciones recurrentes de oído.
- Problemas dentales, como dientes desalineados o ausentes.
¿Cuándo visitar al médico?
El diagnóstico generalmente se realiza al nacer o incluso durante el embarazo mediante una ecografía. Sin embargo, es importante:
- Consultar a un especialista en pediatría, cirugía plástica o genética si el bebé presenta labio fisurado o paladar hendido.
- Buscar ayuda médica inmediata si el bebé tiene dificultad para alimentarse o signos de infecciones frecuentes.
El tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario que puede incluir pediatras, cirujanos, ortodoncistas, fonoaudiólogos y psicólogos.
Tratamiento
El tratamiento está diseñado para corregir el defecto, mejorar la función y minimizar el impacto emocional.
Cirugía:
- Labio fisurado: Se repara generalmente entre los 3 y 6 meses de edad.
- Paladar hendido: Se repara entre los 9 y 18 meses, dependiendo del caso.
Terapias adicionales:
- Fonoaudiología: Para mejorar el habla y la pronunciación.
- Ortodoncia: Para corregir problemas dentales o mandibulares.
- Terapia psicológica: Para ayudar al niño y su familia a enfrentar posibles problemas emocionales.
Cuidados complementarios:
- Uso de biberones especiales para facilitar la alimentación antes de la cirugía.
- Seguimiento regular con especialistas para garantizar el desarrollo adecuado.
El tratamiento temprano y continuo mejora significativamente la calidad de vida del niño.