Helicobacter Pylori

La Helicobacter pylori es una bacteria que vive en el estómago y que puede causar inflamación, conocida como gastritis, así como úlceras gástricas o duodenales. Esta bacteria es muy común, especialmente en países en desarrollo, y se transmite a través de alimentos, agua contaminada o contacto boca a boca.

Detectar esta infección puede ser complicado, ya que en muchos casos no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, algunas señales frecuentes incluyen:

  • Dolor o ardor en la parte superior del abdomen, sobre todo con el estómago vacío.
  • Náuseas frecuentes o sensación de llenura rápida al comer.
  • Pérdida de apetito o peso inexplicado.
  • Eructos excesivos y sensación de hinchazón abdominal.
  • Mal aliento persistente sin causa dental aparente.

Para comprobar si tienes esta infección, el médico puede ordenar pruebas como:

  • Prueba de aliento con urea: muy precisa, detecta la actividad de la bacteria.
  • Análisis de sangre: revela si hay anticuerpos contra H. pylori.
  • Prueba de heces: detecta la presencia de antígenos de la bacteria.
  • Endoscopía con biopsia: se usa en casos más complejos o persistentes.

Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas

Qué hacer:

  • Llevar una dieta suave: Evita comidas muy grasosas, picantes o ácidas.
  • Comer en porciones pequeñas: Ayuda a reducir la producción de ácido gástrico.
  • Mantenerse hidratado: Beber agua en pequeñas cantidades durante el día.
  • Usar probióticos: Alimentos como el yogur natural ayudan a equilibrar la flora intestinal.

Qué no hacer:

  • Evitar automedicarse: Los antiinflamatorios como el ibuprofeno pueden empeorar la situación.
  • No fumar ni beber alcohol: Estas sustancias irritan el estómago y dificultan la recuperación.
  • No saltarse las comidas: Esto puede aumentar el dolor y el ardor estomacal.
  • Evitar el estrés prolongado: El estrés no causa la infección, pero sí puede empeorar los síntomas.

Causas comunes de la infección por H. pylori

Las causas más habituales incluyen:

  • Consumo de agua o alimentos contaminados.
  • Mala higiene de manos, especialmente antes de comer.
  • Contacto directo con saliva o vómito de una persona infectada.
  • Hacinamiento y condiciones sanitarias deficientes.

Es importante destacar que, aunque muchas personas portan la bacteria, no todas desarrollan síntomas o enfermedades gástricas.

Posible tratamiento para la infección por H. pylori

El tratamiento estándar se llama terapia triple y suele incluir:

  1. Dos antibióticos combinados (por ejemplo, claritromicina y amoxicilina) para eliminar la bacteria.
  2. Un inhibidor de la bomba de protones (como omeprazol o lansoprazol) para reducir la acidez del estómago y facilitar la curación.
  3. En algunos casos, se agrega un protector gástrico o sales de bismuto.

Este tratamiento dura entre 10 y 14 días. Es esencial seguirlo al pie de la letra, incluso si los síntomas desaparecen antes de finalizarlo. Luego del tratamiento, puede repetirse una prueba para confirmar que la bacteria fue eliminada.

¿Cuándo ir al médico?

Debes acudir al médico si presentas:

  • Dolor abdominal persistente o recurrente.
  • Vómitos frecuentes, especialmente con sangre o color café oscuro.
  • Heces negras o con sangre.
  • Pérdida de peso sin razón aparente.
  • Diagnóstico previo de úlcera o gastritis que no mejora con medicamentos comunes.

Además, si tienes antecedentes familiares de cáncer gástrico o síntomas digestivos frecuentes, es recomendable hacer una evaluación médica incluso sin molestias graves.

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