Gastroesofagitis por reflujo

La gastroesofagitis por reflujo es una inflamación del esófago causada por el retorno del contenido ácido del estómago hacia el esófago, provocando molestias frecuentes como acidez y dolor en el pecho. Este problema, también conocido como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), afecta a personas de todas las edades y suele agravarse por ciertos hábitos alimenticios o condiciones físicas.

¿Cómo comprobar los signos y síntomas?

Los signos y síntomas más frecuentes de la gastroesofagitis por reflujo incluyen:

  • Acidez estomacal: sensación de ardor detrás del esternón, especialmente después de comer o al acostarse.
  • Regurgitación ácida: sensación de líquido amargo o ácido que sube por la garganta.
  • Dolor torácico: puede confundirse con un problema cardíaco, pero es causado por la irritación esofágica.
  • Dificultad para tragar (disfagia).
  • Tos seca crónica o sensación de tener algo atorado en la garganta.

Es importante anotar cuándo ocurren estos síntomas y qué alimentos o actividades los desencadenan para hablarlo con el médico. Si los síntomas aparecen más de dos veces por semana, podrían indicar una afección crónica.

Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas

Qué hacer:

  • Comer porciones pequeñas y frecuentes.
  • Elevar la cabecera de la cama unos 15-20 cm para evitar el reflujo nocturno.
  • Mantener un peso saludable.
  • Usar ropa holgada que no presione el abdomen.
  • Esperar al menos 2 horas después de comer antes de acostarse.

Qué no hacer:

  • Evitar alimentos irritantes como café, chocolate, alimentos grasosos o picantes.
  • No fumar ni consumir alcohol.
  • Evitar comidas copiosas antes de dormir.
  • No acostarse inmediatamente después de comer.

Implementar estos cambios en el estilo de vida puede disminuir la frecuencia e intensidad del reflujo gastroesofágico.

Causas comunes de gastroesofagitis por reflujo

Las causas más comunes incluyen:

  • Hernia hiatal: ocurre cuando una parte del estómago se desplaza hacia el tórax a través del diafragma.
  • Debilidad del esfínter esofágico inferior, que permite que los ácidos gástricos regresen al esófago.
  • Obesidad, ya que incrementa la presión en el abdomen.
  • Embarazo, debido a los cambios hormonales y al aumento de presión en el abdomen.
  • Ciertos medicamentos como antiinflamatorios, sedantes o bloqueadores de los canales de calcio.

Reconocer estas causas ayuda a prevenir la aparición del reflujo o a manejarlo mejor.

Posible tratamiento

El tratamiento de la gastroesofagitis por reflujo suele comenzar con cambios en la dieta y el estilo de vida. Si estos no son suficientes, el médico puede recomendar:

  • Antiácidos: alivian temporalmente los síntomas neutralizando el ácido estomacal.
  • Bloqueadores H2 y inhibidores de la bomba de protones (IBP): reducen la producción de ácido estomacal y promueven la cicatrización del esófago.
  • Procinéticos: ayudan a vaciar más rápidamente el estómago.
  • En casos graves o cuando hay complicaciones como estenosis esofágica, es posible que se requiera cirugía, como la funduplicatura de Nissen.

¿Cuándo ir al médico?

Debes acudir al médico si:

  • Tienes síntomas de reflujo más de dos veces por semana.
  • Los medicamentos de venta libre no alivian los síntomas.
  • Sufres pérdida de peso inexplicable o dificultad para tragar.
  • Presentas vómitos frecuentes o con sangre.
  • Sientes dolor en el pecho que podría confundirse con un ataque cardíaco.

Un diagnóstico a tiempo puede evitar complicaciones como úlceras, estenosis del esófago o esófago de Barrett, que incrementa el riesgo de cáncer.

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