Las enfermedades pulmonares crónicas son afecciones que afectan los pulmones de forma persistente y dificultan la respiración. Incluyen enfermedades como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), asma, fibrosis pulmonar y enfermedades intersticiales del pulmón. Estas afecciones no tienen cura, pero pueden manejarse para mejorar la calidad de vida.
Causas
Las causas varían según la enfermedad, pero incluyen:
- EPOC: Tabaquismo, exposición a contaminantes ambientales (polvo, humo, químicos).
- Asma: Factores genéticos, alergias, irritantes ambientales como polvo, polen o contaminación.
- Fibrosis pulmonar: Cicatrización del tejido pulmonar por exposición a polvos tóxicos, infecciones o factores desconocidos.
- Enfermedades intersticiales: Incluyen afecciones autoinmunes (artritis reumatoide, lupus) o exposición prolongada a sustancias tóxicas.
Signos y síntomas médicos
Los síntomas comunes de las enfermedades pulmonares crónicas incluyen:
- Dificultad para respirar (disnea), especialmente durante el ejercicio o en reposo en etapas avanzadas.
- Tos persistente, a menudo con producción de moco (en EPOC).
- Silbidos al respirar (sibilancias) en el asma.
- Sensación de opresión en el pecho.
- Fatiga y debilidad.
- En casos graves: labios y uñas azulados (cianosis) y pérdida de peso involuntaria.
¿Cuándo visitar al médico?
Consulta a un médico si:
- Experimentas dificultad para respirar persistente o que empeora.
- Tienes una tos crónica, especialmente si produce moco.
- Presentas dolor en el pecho recurrente o sibilancias al respirar.
- Notas síntomas asociados con infecciones respiratorias frecuentes.
El diagnóstico temprano puede retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar los resultados del tratamiento.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo de enfermedad y su gravedad:
- Medicamentos:
- Broncodilatadores y corticosteroides inhalados para abrir las vías respiratorias y reducir la inflamación.
- Antibióticos o antivirales en caso de infecciones secundarias.
- Terapia de oxígeno: En pacientes con niveles bajos de oxígeno en sangre.
- Rehabilitación pulmonar: Programas de ejercicio supervisado y educación para fortalecer los pulmones.
- Evitar factores de riesgo: Dejar de fumar, reducir la exposición a contaminantes o alérgenos.
- Cirugía: En casos graves, se pueden considerar opciones como trasplante de pulmón o cirugía de reducción de volumen pulmonar.
Prevención
- Dejar de fumar: Es el paso más importante para prevenir EPOC y otras enfermedades pulmonares.
- Evitar contaminantes: Usar mascarillas en ambientes tóxicos o con polvo.
- Vacunas: Contra la gripe y el neumococo para evitar infecciones que empeoren las enfermedades crónicas.
- Ejercicio regular: Mejora la capacidad pulmonar y la salud general.