La cefalea, conocida comúnmente como dolor de cabeza, es uno de los trastornos neurológicos más comunes. Se caracteriza por un dolor o molestia en la cabeza, cuero cabelludo o cuello. Aunque la mayoría de las cefaleas no son graves, pueden afectar la calidad de vida si se vuelven frecuentes o intensas. Existen varios tipos de cefaleas, siendo las más comunes la cefalea tensional, la migraña y las cefaleas en racimos.
Causas
Las cefaleas pueden ser provocadas por diversos factores, que van desde el estrés diario hasta enfermedades subyacentes. Según su origen, se clasifican en:
- Cefaleas primarias:
- Cefalea tensional: Provocada por estrés, fatiga o tensión muscular en el cuello y los hombros.
- Migraña: Relacionada con cambios en los vasos sanguíneos y en la actividad cerebral.
- Cefalea en racimos: Episodios intensos y recurrentes de dolor alrededor de un ojo o en un lado de la cabeza.
- Cefaleas secundarias:
- Infecciones: Como resfriados, sinusitis o meningitis.
- Lesiones: Golpes en la cabeza o traumatismos.
- Problemas vasculares: Como hipertensión o aneurismas.
- Consumo excesivo de medicamentos: Especialmente analgésicos.
- Deshidratación: Falta de líquidos en el cuerpo.
Otros factores desencadenantes incluyen cambios hormonales, falta de sueño, consumo de alcohol, alimentos específicos (como quesos añejos o chocolates) y exposición prolongada a pantallas.
Signos y síntomas médicos
El tipo de cefalea determina la intensidad, la duración y los síntomas asociados:
- Cefalea tensional:
- Dolor leve a moderado.
- Sensación de opresión o banda alrededor de la cabeza.
- Dolor constante, sin pulsaciones.
- Migraña:
- Dolor pulsátil, a menudo en un solo lado de la cabeza.
- Sensibilidad a la luz (fotofobia) y al sonido (fonofobia).
- Náuseas o vómitos.
- Puede ir precedida por un «aura» (alteraciones visuales o sensoriales).
- Cefalea en racimos:
- Dolor intenso, localizado alrededor de un ojo.
- Episodios recurrentes a la misma hora del día.
- Enrojecimiento del ojo, lagrimeo o congestión nasal en el lado afectado.
En casos de cefaleas secundarias, los síntomas pueden variar según la causa subyacente (fiebre en infecciones, rigidez en el cuello por meningitis, etc.).
¿Cuándo visitar al médico?
- El dolor es súbito e intenso (como «el peor dolor de cabeza de tu vida»).
- La cefalea aparece después de un golpe en la cabeza.
- Está acompañada de fiebre alta, confusión, convulsiones o rigidez en el cuello.
- Se vuelve frecuente o interfiere con tus actividades diarias.
- Cambia en intensidad, frecuencia o características habituales.
- Experimentas pérdida de visión, debilidad o dificultad para hablar.
Aunque la mayoría de las cefaleas no son graves, es importante buscar atención médica si:
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo y la causa de la cefalea:
- Cefalea tensional:
- Analgésicos de venta libre (paracetamol, ibuprofeno).
- Técnicas de relajación y ejercicios para aliviar la tensión muscular.
- Evitar estrés y mantener una postura adecuada.
- Migraña:
- Medicamentos específicos (triptanes, ergotamina) para aliviar los episodios.
- Preventivos en casos frecuentes (anticonvulsivos, betabloqueantes).
- Cambios en el estilo de vida, como mantener horarios regulares de sueño y evitar desencadenantes.
- Cefalea en racimos:
- Oxígeno suplementario durante los episodios.
- Medicamentos específicos como triptanes.
- Tratamientos preventivos bajo supervisión médica.
- Cefaleas secundarias:
- Tratamiento dirigido a la causa subyacente (antibióticos para infecciones, manejo de la hipertensión).
Prevención
Para reducir la frecuencia y severidad de las cefaleas:
- Mantén un estilo de vida saludable: Duerme lo suficiente, haz ejercicio regularmente y mantén una dieta equilibrada.
- Evita factores desencadenantes: Identifica alimentos, actividades o situaciones que puedan provocar dolores de cabeza.
- Hidratación: Bebe suficiente agua durante el día.
- Postura: Adopta una postura adecuada al sentarte o trabajar frente a una pantalla.
- Controla el estrés: Practica técnicas de relajación como yoga o meditación.
La mayoría de las cefaleas se pueden manejar con cambios en el estilo de vida o medicamentos simples. Sin embargo, si experimentas síntomas preocupantes, busca atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.