Distonía cervical (tortícolis espasmódica)

La distonía cervical es un trastorno neuromuscular que afecta los músculos del cuello, generando movimientos anormales, espasmos o posturas forzadas. Es conocida también como tortícolis espasmódica. En la mayoría de los casos, aparece de forma gradual y afecta a adultos de mediana edad, aunque puede presentarse en cualquier etapa de la vida. Este trastorno no pone en riesgo la vida, pero sí puede causar dolor crónico y dificultades para realizar actividades cotidianas.

¿Cómo comprobar los signos y síntomas de la distonía cervical?

Para saber si alguien podría estar sufriendo distonía cervical, hay que observar ciertos signos clave:

  • Movimientos involuntarios o espasmos en el cuello.
  • La cabeza se gira hacia un lado, hacia adelante o hacia atrás de forma constante o intermitente.
  • Rigidez muscular en el cuello.
  • Dolor que puede irradiar hacia los hombros o la cabeza.
  • Sensación de tirantez o fatiga en los músculos del cuello.

Un signo típico es que los síntomas empeoran con el estrés, la fatiga o ciertos movimientos, y mejoran al tocar suavemente el mentón o la parte posterior de la cabeza (esto se llama “gesto sensorial” y es característico de la distonía).

Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas

Qué hacer:

  • Aplicar calor en la zona afectada para relajar los músculos.
  • Usar una almohada cervical adecuada.
  • Realizar ejercicios de estiramiento suaves recomendados por un fisioterapeuta.
  • Buscar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación.
  • Acudir a un especialista para recibir tratamiento médico específico.

Qué no hacer:

  • Evitar forzar el cuello o realizar movimientos bruscos.
  • No automedicarse con relajantes musculares sin prescripción médica.
  • Evitar cargar peso en los hombros (como bolsos pesados).
  • No permanecer en la misma posición por mucho tiempo sin moverse.
  • No ignorar los síntomas pensando que se trata solo de “una contractura”.

Causas comunes de la distonía cervical

Las causas exactas de la distonía cervical no siempre son claras, pero se conocen algunos factores que pueden influir:

  • Alteraciones neurológicas: hay una disfunción en las áreas del cerebro que controlan el movimiento.
  • Factores genéticos: algunos casos están relacionados con antecedentes familiares.
  • Traumatismos previos: lesiones en el cuello o cabeza pueden desencadenar esta condición.
  • Uso prolongado de ciertos medicamentos: especialmente los antipsicóticos o medicamentos para náuseas.
  • Estrés y ansiedad: pueden agravar los síntomas o favorecer su aparición.

Posible tratamiento para la distonía cervical

El tratamiento de la distonía cervical debe ser personalizado y puede incluir varias estrategias:

  • Toxina botulínica tipo A: se inyecta en los músculos afectados para bloquear los espasmos. Es el tratamiento más efectivo y de primera línea.
  • Medicamentos orales: como anticolinérgicos o relajantes musculares, que ayudan a disminuir los espasmos.
  • Terapias físicas: ejercicios de reeducación postural, masajes y fisioterapia.
  • Psicoterapia o manejo del estrés: útil en pacientes con síntomas exacerbados por ansiedad.
  • Cirugía (en casos graves): se considera solo si los tratamientos anteriores no son efectivos.

¿Cuándo ir al médico?

Debes acudir al médico si:

  • Los movimientos del cuello son frecuentes, incontrolables o dolorosos.
  • El dolor en el cuello es constante y no mejora con reposo.
  • La postura de la cabeza cambia de forma involuntaria y persiste por días.
  • Los síntomas interfieren con actividades como conducir, dormir o trabajar.
  • Se presentan efectos secundarios por el uso de medicamentos.

Un médico de familia o un neurólogo podrá hacer el diagnóstico mediante la evaluación clínica, pruebas físicas y, en algunos casos, estudios de imagen o electromiografía para descartar otras causas.

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