El cáncer gástrico, también conocido como cáncer de estómago, es una enfermedad en la que se forman células malignas en el revestimiento del estómago. Aunque su incidencia ha disminuido en algunas regiones, sigue siendo una de las principales causas de muerte por cáncer a nivel mundial, especialmente en países con alta incidencia de infecciones por Helicobacter pylori. Detectarlo temprano es clave para mejorar las posibilidades de tratamiento exitoso.
Causas
El cáncer gástrico tiene múltiples factores que pueden contribuir a su desarrollo, incluyendo:
- Infección por Helicobacter pylori: Esta bacteria, que puede causar gastritis crónica, es el principal factor de riesgo.
- Dieta: Una alimentación alta en alimentos salados, ahumados o procesados aumenta el riesgo, mientras que una dieta rica en frutas y verduras lo reduce.
- Consumo de tabaco y alcohol: Ambos son factores importantes que aumentan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad.
- Antecedentes familiares: Tener parientes con cáncer gástrico puede predisponer a esta condición.
- Condiciones preexistentes: La gastritis crónica, la anemia perniciosa o los pólipos gástricos pueden ser precursores del cáncer de estómago.
- Factores genéticos: Algunas mutaciones hereditarias están asociadas con un mayor riesgo de cáncer gástrico.
Signos y síntomas médicos
El cáncer gástrico en etapas iniciales puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que avanza, los síntomas comunes incluyen:
- Dolor abdominal persistente: Especialmente en la parte superior del abdomen.
- Pérdida de peso inexplicable: Sin cambios en la dieta o actividad física.
- Falta de apetito: Sensación de saciedad temprana al comer.
- Náuseas o vómitos: A veces con presencia de sangre.
- Dificultad para tragar (disfagia): En etapas avanzadas, si el tumor bloquea el esófago o el estómago.
- Heces oscuras o con sangre: Signo de sangrado interno.
- Fatiga extrema: Relacionada con la anemia causada por pérdida de sangre o mala absorción de nutrientes.
¿Cuándo visitar al médico?
Debes consultar a un médico si experimentas:
- Dolor abdominal persistente o recurrente.
- Pérdida de peso rápida y sin motivo aparente.
- Dificultad para comer o sensación de llenura rápida.
- Vómitos frecuentes, especialmente si contienen sangre.
- Heces negras o con sangre.
- Antecedentes familiares de cáncer gástrico o condiciones de riesgo.
La detección temprana puede marcar una gran diferencia. En personas con factores de riesgo, los chequeos regulares son esenciales.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer gástrico depende de la etapa del cáncer, la ubicación del tumor y la salud general del paciente. Las opciones principales incluyen:
- Cirugía:
- Gastrectomía parcial o total: Extirpación de parte o la totalidad del estómago, junto con los ganglios linfáticos cercanos.
- Cirugía paliativa: Para aliviar síntomas en casos avanzados.
- Quimioterapia: Uso de medicamentos para destruir células cancerosas. Puede usarse antes de la cirugía (neoadyuvante) o después (adyuvante).
- Radioterapia: Ayuda a reducir el tamaño del tumor y aliviar síntomas en etapas avanzadas.
- Terapias dirigidas: Tratamientos que atacan moléculas específicas relacionadas con el cáncer, como el trastuzumab para tumores HER2 positivos.
- Inmunoterapia: Estimula el sistema inmune para combatir las células cancerosas, una opción en algunos casos avanzados.
- Cuidados paliativos: Para mejorar la calidad de vida en etapas avanzadas, aliviando el dolor y otros síntomas.
Prevención
Aunque no siempre es posible prevenir el cáncer gástrico, puedes reducir el riesgo adoptando hábitos saludables:
- Mantén una dieta equilibrada: Incluye frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes.
- Evita alimentos salados y ahumados: Reduce el consumo de embutidos y carnes procesadas.
- No fumes: El tabaco aumenta significativamente el riesgo de cáncer gástrico.
- Modera el consumo de alcohol.
- Trata la infección por Helicobacter pylori: Si se diagnostica, consulta con un médico para recibir tratamiento adecuado.
- Realiza controles médicos regulares: Especialmente si tienes antecedentes familiares o factores de riesgo.
El cáncer gástrico puede ser tratable si se detecta temprano. Ante cualquier síntoma persistente, no dudes en buscar atención médica. Una evaluación oportuna puede salvar vidas.