Bursitis Prepatelar

La bursitis prepatelar es la inflamación de la bursa prepatelar, una pequeña bolsa llena de líquido ubicada delante de la rótula (hueso de la rodilla). Esta bursa actúa como un cojín que reduce la fricción entre la piel y la rótula cuando nos arrodillamos o realizamos movimientos de flexión.

Cuando esta bolsa se irrita por presión o golpes repetitivos, se inflama, causando dolor y limitación del movimiento. Esta condición es común en trabajadores manuales y deportistas, aunque puede afectar a cualquier persona.

¿Cómo comprobar los signos y síntomas?

Para saber si tienes bursitis prepatelar, observa los siguientes signos:

  • Hinchazón visible y blanda en la parte frontal de la rodilla.
  • Dolor al arrodillarse o al aplicar presión sobre la rótula.
  • Sensación de calor o enrojecimiento en la zona inflamada (en casos con infección).
  • Dificultad para mover la rodilla o para caminar con normalidad.
  • En casos más graves, puede haber fiebre si la bursitis es infecciosa.

Puedes comprobarlo al palpar suavemente la parte delantera de la rodilla: si está hinchada, blanda y dolorosa al tocar, es probable que tengas esta afección. Sin embargo, siempre se debe confirmar con un médico.

Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas

Qué hacer:

  • Descansar la rodilla afectada evitando arrodillarse o cargar peso.
  • Aplicar hielo local durante 15-20 minutos varias veces al día.
  • Usar una rodillera blanda o vendaje compresivo para reducir la inflamación.
  • Tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como ibuprofeno o naproxeno bajo supervisión médica.
  • Elevar la pierna para mejorar el drenaje y reducir la hinchazón.

Qué no hacer:

  • No seguir arrodillándote o realizando la actividad que causó la inflamación.
  • Evitar masajes directos sobre la zona inflamada.
  • No aplicar calor si hay signos de infección (enrojecimiento, fiebre, calor local).
  • No ignorar el dolor o hinchazón persistente, ya que puede agravarse.

Causas comunes de la bursitis prepatelar

Las causas más frecuentes son:

  • Presión repetitiva sobre la rodilla, como ocurre en trabajos que requieren arrodillarse (limpieza, albañilería, fontanería).
  • Golpes directos en la rótula durante una caída o trauma leve pero repetido.
  • Infecciones bacterianas que ingresan a través de una herida en la piel cerca de la rodilla.
  • Enfermedades inflamatorias como la gota o la artritis reumatoide.
  • Uso prolongado de calzado inadecuado o mal apoyo al caminar.

Posible tratamiento de la bursitis prepatelar

El tratamiento dependerá de si la bursitis es no infecciosa o infecciosa.

Tratamiento conservador (no infecciosa):

  • Reposo y restricción de actividad.
  • Medicamentos antiinflamatorios.
  • Compresas frías.
  • Uso de cojines o protecciones para arrodillarse en el futuro.
  • Fisioterapia si el dolor persiste tras la fase aguda.

Tratamiento médico (bursitis infecciosa o persistente):

  • Antibióticos si hay signos de infección confirmada.
  • Drenaje de la bursa mediante aspiración del líquido inflamado.
  • En casos graves, cirugía para extirpar la bursa (bursectomía).

La mayoría de los pacientes mejora en pocos días o semanas con tratamiento adecuado.

¿Cuándo ir al médico?

Debes acudir al médico si:

  • El dolor y la hinchazón no mejoran después de 5 a 7 días de reposo y cuidados caseros.
  • Hay enrojecimiento, calor o secreción en la zona (posible infección).
  • Presentas fiebre o malestar general.
  • Tienes dificultad para mover la rodilla o caminar.
  • Ya has tenido episodios anteriores de bursitis.

Un médico puede realizar un diagnóstico clínico y, si es necesario, solicitar una ecografía o análisis del líquido inflamado para confirmar si hay infección.

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