
La hipoacusia súbita, también llamada sordera súbita neurosensorial, es la pérdida de audición que ocurre rápida e inesperadamente, usualmente en un solo oído. Se define como una reducción de al menos 30 decibelios en tres frecuencias consecutivas del oído, que aparece en menos de 72 horas.
A menudo se presenta sin causa clara y puede estar acompañada de otros síntomas como zumbido en el oído (tinnitus) o sensación de presión. Aunque en muchos casos es reversible, el tratamiento temprano es crucial para recuperar la audición.
¿Cómo comprobar los signos y síntomas de la hipoacusia súbita?
Los síntomas pueden confundirse con otros problemas auditivos, por eso es importante comprobar:
- Pérdida repentina de audición, generalmente en un solo oído.
- Sensación de oído tapado, sin mejoría al bostezar o tragar.
- Tinnitus (zumbido o pitido en el oído afectado).
- Vértigo o mareo leve en algunos casos.
- Dificultad para entender conversaciones o escuchar sonidos del entorno.
Si notas estos signos, acude al médico inmediatamente. El diagnóstico se confirma mediante una audiometría realizada por un especialista.
Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas
Qué hacer:
- Consultar a un médico especialista en otorrinolaringología de forma urgente.
- Iniciar tratamiento dentro de los primeros 7 días para aumentar las probabilidades de recuperación.
- Mantener reposo en caso de mareos.
- Seguir las indicaciones médicas y asistir a controles auditivos.
Qué no hacer:
- No esperar a que la audición “se recupere sola”.
- No usar gotas óticas sin prescripción médica.
- No automedicarse con antibióticos ni descongestionantes.
- Evitar exposición a ruidos fuertes.
- No utilizar auriculares mientras haya síntomas auditivos activos.
Causas comunes de la hipoacusia súbita
En más del 85% de los casos, no se identifica una causa específica, pero entre las causas comunes se encuentran:
- Infecciones virales que afectan el nervio auditivo (como herpes simple o gripe).
- Problemas vasculares, como una alteración del flujo sanguíneo al oído interno.
- Trastornos autoinmunes que atacan las células sensoriales.
- Traumatismos craneales o exposición a sonidos explosivos.
- Uso de ciertos medicamentos ototóxicos.
- Tumores del nervio auditivo, aunque son poco frecuentes.
Identificar la causa puede orientar el tratamiento y prevenir recurrencias.
Posible tratamiento de la hipoacusia súbita
El tratamiento debe iniciarse lo antes posible. Las opciones más utilizadas incluyen:
- Corticoides orales o inyectados para reducir la inflamación del nervio auditivo.
- Terapia intratimpánica (inyección de corticoides directamente en el oído medio) si la vía oral no es efectiva.
- Antivirales en algunos casos, aunque su eficacia es debatida.
- Oxigenoterapia hiperbárica, en ciertos pacientes, como tratamiento complementario.
- Tratamiento de enfermedades subyacentes, si se detectan.
La recuperación puede ser parcial o total y depende de la rapidez del tratamiento y la causa identificada.
¿Cuándo ir al médico?
Debes acudir de inmediato si:
- Pierdes audición en uno o ambos oídos en menos de 72 horas.
- Sientes un zumbido repentino y constante en el oído.
- Tienes vértigo acompañado de disminución auditiva.
- Tu oído parece “bloqueado” sin motivo claro.
- Tienes antecedentes de enfermedades virales recientes.
La hipoacusia súbita es una emergencia médica. Actuar rápidamente puede marcar la diferencia entre recuperar o perder definitivamente la audición.