
La hipocalcemia es una alteración del equilibrio electrolítico en la que los niveles de calcio en la sangre están por debajo de lo normal. El calcio es esencial para muchas funciones del cuerpo, como la contracción muscular, la coagulación, la transmisión nerviosa y la salud ósea. Cuando estos niveles bajan, el organismo puede presentar síntomas que afectan la calidad de vida y, en casos graves, poner en riesgo la salud.
Se considera hipocalcemia cuando el calcio sérico total es menor a 8.5 mg/dL, o el calcio ionizado es menor a 4.5 mg/dL.
¿Cómo comprobar los signos y síntomas de la hipocalcemia?
Los síntomas de la hipocalcemia pueden ser leves o severos, dependiendo del grado de deficiencia y de la rapidez con la que se desarrolle. Para comprobar la hipocalcemia, se deben reconocer los siguientes signos:
- Calambres musculares o espasmos, especialmente en cara, manos o pies
- Hormigueo o adormecimiento en labios, lengua, dedos
- Fatiga, irritabilidad o confusión
- Latidos cardíacos irregulares
- Uñas quebradizas, piel seca y caída de cabello
- En casos graves: convulsiones, laringoespasmo (cierre de la vía respiratoria) o tetania (contracciones musculares dolorosas)
El diagnóstico se confirma con un análisis de sangre que mida el calcio total, calcio ionizado, fósforo, magnesio, y niveles de hormona paratiroidea (PTH) y vitamina D.
Que hacer y que no hacer para aliviar los síntomas
Qué hacer:
- Acudir al médico si se presentan síntomas compatibles con hipocalcemia.
- Seguir una dieta rica en calcio y vitamina D (lácteos, pescados, vegetales verdes).
- Exponerse al sol de forma moderada para activar la vitamina D.
- Tomar los suplementos prescritos por el médico (calcio y/o vitamina D).
- Controlar enfermedades crónicas como insuficiencia renal o enfermedades tiroideas.
Qué no hacer:
- No automedicarse con suplementos de calcio sin diagnóstico médico.
- Evitar dietas extremas o bajas en calcio sin supervisión.
- No ignorar síntomas persistentes como calambres o adormecimiento.
- No suspender medicamentos recetados sin autorización médica.
- No consumir alcohol ni cafeína en exceso, ya que pueden interferir con la absorción de calcio.
Causas comunes de la hipocalcemia
Las causas de la hipocalcemia pueden ser diversas, y algunas de las más comunes incluyen:
- Déficit de vitamina D: afecta la absorción de calcio en el intestino.
- Hipoparatiroidismo: baja producción de hormona paratiroidea, común tras cirugía de tiroides.
- Insuficiencia renal crónica: impide activar la vitamina D.
- Baja ingesta o mala absorción de calcio por trastornos digestivos.
- Pérdida de magnesio (hipomagnesemia), que interfiere con la función de la PTH.
- Medicamentos como diuréticos, bisfosfonatos o quimioterapia.
Posible tratamiento de la hipocalcemia
El tratamiento depende de la severidad del cuadro y la causa subyacente. Puede incluir:
- Suplementos de calcio oral (carbonato o citrato de calcio) en casos leves.
- Vitamina D (colecalciferol o calcitriol) para mejorar la absorción de calcio.
- Calcio intravenoso en situaciones de emergencia, como convulsiones o tetania.
- Corrección de niveles bajos de magnesio si están presentes.
- Tratamiento del hipoparatiroidismo si se identifica como causa principal.
- Control de enfermedades crónicas asociadas.
El seguimiento médico es fundamental para ajustar el tratamiento y evitar recaídas o complicaciones.
¿Cuándo ir al médico?
Consulta al médico si:
- Presentas calambres musculares frecuentes, adormecimiento o debilidad.
- Has tenido una cirugía de tiroides recientemente.
- Tomas medicamentos que pueden alterar el metabolismo del calcio.
- Tienes una enfermedad renal o digestiva crónica.
- Te han detectado niveles bajos de calcio en análisis recientes.
La hipocalcemia puede ser tratada eficazmente si se detecta a tiempo. No esperes a que los síntomas empeoren para buscar ayuda profesional.