
1. Descripción general
La fatiga es una sensación persistente de cansancio físico o mental que no mejora completamente con el descanso. Es una de las quejas más frecuentes en consultas médicas y puede tener causas muy diversas. A menudo se confunde con debilidad o falta de energía.
En la mayoría de los casos, la fatiga no se debe a una enfermedad grave y está relacionada con factores cotidianos como el estrés, el mal descanso, una mala alimentación o infecciones leves. Sin embargo, si es persistente, intensa o se acompaña de otros síntomas, debe ser evaluada por un profesional.
2. Tratamiento
El tratamiento depende de la causa identificada. Si ya has sido valorado y no se han detectado enfermedades graves, puedes seguir estas recomendaciones en casa:
- Descansa adecuadamente: intenta dormir entre 7 y 9 horas por noche en un entorno tranquilo.
- Mantén una rutina diaria equilibrada: alterna actividades con periodos de descanso, sin forzarte.
- Hidrátate bien y lleva una alimentación saludable, con frutas, verduras, proteínas y pocos alimentos ultraprocesados.
- Realiza actividad física suave y regular: aunque parezca contradictorio, el ejercicio moderado mejora la energía a largo plazo.
- Evita el alcohol, el tabaco y la cafeína en exceso.
- Si tienes ansiedad o bajo estado de ánimo, hablar con un profesional de salud mental puede ayudarte.
3. Investigaciones adicionales
Si la fatiga es persistente, sin causa clara o se acompaña de otros síntomas (como pérdida de peso, fiebre, dolor), el equipo médico puede solicitar:
- Análisis de sangre: para detectar anemia, infecciones, alteraciones en la tiroides, deficiencia de vitaminas (como B12 o D), problemas hepáticos o renales.
- Análisis de orina: para valorar hidratación y descartar infecciones.
- Electrocardiograma (ECG): si hay sospecha de problemas cardíacos.
- Pruebas del sueño: en casos de sospecha de apnea del sueño o insomnio crónico.
- Cuestionarios de salud mental: si se sospecha depresión o ansiedad.
4. Ecografía
Puede ser útil en algunos casos para descartar problemas abdominales (como enfermedades hepáticas, renales o ginecológicas) si se sospechan como causa del cansancio. Es una prueba segura, sin radiación y fácil de realizar.
5. Tomografía computarizada (TC)
No suele ser necesaria en casos de fatiga aislada, pero puede utilizarse si los síntomas sugieren otra enfermedad subyacente, como procesos inflamatorios crónicos, tumores o complicaciones internas. Suele indicarse si el médico identifica signos de alarma.
6. Resonancia magnética (RM)
Se reserva para casos en los que se sospecha una afección neurológica, como esclerosis múltiple o trastornos musculares. También puede ser útil si hay dolor persistente o debilidad sin causa clara. Es una prueba larga, sin radiación, y proporciona imágenes detalladas.
¡Cuándo buscar atención médica urgente!
Consulta médica si la fatiga se acompaña de:
- Pérdida de peso inexplicada
- Fiebre persistente
- Dolor en el pecho, dificultad para respirar o palpitaciones
- Mareos o desmayos
- Cambios en el estado mental o la memoria
- Debilidad muscular progresiva
- Tristeza profunda o pensamientos negativos persistentes
Fatiga que dura más de 2–3 semanas sin mejoría
Cláusula de responsabilidad
Esta información es orientativa y no reemplaza la valoración médica profesional. Si experimentas fatiga persistente o si se acompaña de otros síntomas, acude a tu centro de salud para una evaluación personalizada y adecuada.
