La morbilidad infantil se refiere a la incidencia de enfermedades, condiciones o trastornos que afectan a niños menores de 5 años. Este indicador mide la frecuencia con la que los niños sufren problemas de salud en una población y es clave para evaluar el bienestar infantil y la efectividad de los sistemas de salud. En muchos casos, las enfermedades que contribuyen a la morbilidad infantil son prevenibles y tratables si se detectan a tiempo.
Causas
La morbilidad infantil puede ser provocada por una variedad de factores, muchos de los cuales están relacionados con el entorno, las condiciones socioeconómicas y el acceso a servicios de salud. Entre las principales causas están:
- Enfermedades infecciosas:
- Infecciones respiratorias agudas (como la neumonía).
- Diarrea causada por infecciones bacterianas, virales o parasitarias.
- Enfermedades prevenibles por vacunación, como el sarampión o la tosferina.
- Desnutrición:
- Tanto la desnutrición aguda como la crónica debilitan el sistema inmunológico y aumentan la vulnerabilidad a enfermedades.
- Falta de acceso a servicios de salud:
- Ausencia de atención médica adecuada, retrasos en el diagnóstico y tratamientos inadecuados.
- Factores ambientales:
- Agua no potable, saneamiento deficiente y contaminación del aire.
- Condiciones congénitas o genéticas:
- Malformaciones congénitas o enfermedades hereditarias.
- Traumatismos y accidentes:
- Lesiones no intencionales como caídas, quemaduras o accidentes de tráfico.
Signos y síntomas comunes
Los signos y síntomas de la morbilidad infantil dependen de la enfermedad o condición específica, pero los más frecuentes incluyen:
- Fiebre y malestar general:
- Común en infecciones respiratorias o enfermedades infecciosas.
- Diarrea y vómitos:
- Asociados a enfermedades gastrointestinales.
- Deshidratación:
- Boca seca, llanto sin lágrimas y ojos hundidos son señales preocupantes.
- Pérdida de peso o crecimiento deficiente:
- Indicativo de desnutrición o enfermedades crónicas.
- Dificultad para respirar:
- Puede señalar infecciones respiratorias graves como neumonía.
- Erupciones en la piel:
- Pueden aparecer en enfermedades como el sarampión o la varicela.
¿Cuándo visitar al médico?
Es fundamental buscar atención médica inmediata si:
- El niño tiene fiebre alta persistente o dificultad para respirar.
- Hay signos de deshidratación, como letargo o falta de orina.
- Se observa pérdida de peso significativa o falta de crecimiento adecuado.
- Aparecen erupciones cutáneas, convulsiones o comportamiento inusual.
- El niño rechaza alimentos y líquidos durante un tiempo prolongado.
La atención oportuna puede prevenir complicaciones graves y salvar vidas.
Prevención y tratamiento
El enfoque para reducir la morbilidad infantil incluye medidas preventivas, diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos:
- Vacunación:
- Garantizar que el niño reciba todas las vacunas recomendadas.
- Nutrición adecuada:
- Lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y una alimentación balanceada después.
- Acceso a servicios de salud:
- Revisiones regulares y atención médica accesible.
- Higiene y saneamiento:
- Lavado frecuente de manos, agua potable y eliminación adecuada de desechos.
- Educación de los cuidadores:
- Enseñar a los padres sobre señales de alarma, nutrición y prevención de enfermedades.
- Tratamientos médicos específicos:
- Antibióticos para infecciones bacterianas, rehidratación oral para diarrea, y suplementos nutricionales en casos de desnutrición.