La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria causada por protozoos del género Leishmania. Se transmite a través de la picadura de mosquitos flebótomos infectados. Dependiendo de la forma de la enfermedad, puede afectar la piel (leishmaniasis cutánea), las mucosas (leishmaniasis mucocutánea) o los órganos internos (leishmaniasis visceral). Es común en áreas tropicales, subtropicales y regiones cálidas, y puede ser grave si no se trata.
Causas
La leishmaniasis es causada por el parásito Leishmania, que se transmite de las siguientes maneras:
- Picadura de mosquitos infectados: Los flebótomos, pequeños insectos hematófagos, son el principal vector de transmisión.
- Factores de riesgo:
- Vivir o viajar a áreas endémicas (bosques, zonas rurales).
- Condiciones de pobreza, como viviendas precarias y falta de saneamiento.
- Sistemas inmunológicos debilitados (por VIH u otras enfermedades).
Signos y síntomas médicos
Los síntomas dependen del tipo de leishmaniasis:
1. Leishmaniasis cutánea (la más común):
- Aparición de llagas o úlceras en la piel, especialmente en las áreas expuestas a picaduras.
- Las lesiones pueden ser dolorosas o indoloras.
- Cicatrices permanentes tras la curación.
2. Leishmaniasis mucocutánea:
- Afecta mucosas de la nariz, boca o garganta.
- Dificultad para respirar, comer o hablar en casos graves.
- Puede desfigurar las estructuras faciales si no se trata.
3. Leishmaniasis visceral (kala-azar):
- Fiebre persistente.
- Pérdida de peso extrema y anemia.
- Inflamación del bazo y el hígado.
- Debilidad general y susceptibilidad a infecciones secundarias.
¿Cuándo visitar al médico?
Busca atención médica si:
- Tienes llagas en la piel que no cicatrizan después de varias semanas.
- Experimentas síntomas como fiebre persistente, pérdida de peso o inflamación abdominal, especialmente si has estado en áreas endémicas.
- Notas alteraciones en las mucosas de la nariz o boca.
El diagnóstico temprano es clave para evitar complicaciones graves y mejorar el pronóstico.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la leishmaniasis:
- Medicamentos antiparasitarios:
- Antimoniales pentavalentes (como meglumina antimonato): Son el tratamiento más común.
- Miltefosina: Usada especialmente para leishmaniasis visceral y algunas formas cutáneas.
- Anfotericina B liposomal: Alternativa en casos graves o resistentes.
- Cuidado de las lesiones cutáneas:
- Limpieza adecuada para prevenir infecciones secundarias.
- En casos graves, se pueden necesitar intervenciones quirúrgicas.
- Prevención y control:
- Uso de repelentes, mosquiteros y ropa protectora en áreas endémicas.
- Control de los mosquitos flebótomos y sus hábitats.
- Diagnóstico y tratamiento oportuno en comunidades afectadas para reducir la transmisión.
El seguimiento médico es fundamental para evaluar la respuesta al tratamiento y prevenir recaídas.