Infecciones por Salmonella

Las infecciones por Salmonella son enfermedades bacterianas que afectan principalmente el sistema digestivo. Se contraen al consumir alimentos o agua contaminados con esta bacteria. Los síntomas incluyen diarrea, fiebre y dolor abdominal. Aunque la mayoría de los casos son leves, en personas vulnerables pueden provocar complicaciones graves.

Causas

La Salmonella es una bacteria que se encuentra en el tracto intestinal de animales y humanos. Las principales causas de infección incluyen:

  • Consumo de alimentos contaminados:
    • Carne cruda o mal cocida (especialmente pollo).
    • Huevos crudos o productos derivados (como mayonesa casera).
    • Frutas y vegetales contaminados durante el cultivo o manipulación.
  • Agua contaminada: Especialmente en áreas con saneamiento deficiente.
  • Contacto con animales infectados: Como reptiles, aves o mascotas pequeñas (hámsters, tortugas).
  • Mala higiene personal: No lavarse las manos después de usar el baño o manipular alimentos crudos.

Signos y síntomas médicos

Los síntomas suelen aparecer entre 6 y 72 horas después de la exposición y pueden incluir:

  • Diarrea (a veces con sangre).
  • Dolor abdominal y calambres.
  • Fiebre.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolor de cabeza y malestar general.

En la mayoría de los casos, los síntomas duran de 4 a 7 días. Sin embargo, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, niños pequeños y ancianos, la infección puede ser más grave y extenderse al torrente sanguíneo u otros órganos.

¿Cuándo visitar al médico?

Consulta a un médico si:

  • La diarrea persiste por más de 3 días.
  • Hay signos de deshidratación (boca seca, poca orina, mareos).
  • La fiebre es superior a 39 °C o dura más de 48 horas.
  • Observas sangre en las heces.
  • Tienes factores de riesgo como enfermedades crónicas, embarazo o sistema inmunológico debilitado.

Tratamiento

La mayoría de las infecciones por Salmonella son autolimitadas y se resuelven sin tratamiento específico. Sin embargo, es importante:

  • Rehidratación:
    • Beber abundantes líquidos, preferiblemente con electrolitos, para prevenir la deshidratación.
    • En casos graves, puede ser necesaria la rehidratación intravenosa.
  • Evitar medicamentos antidiarreicos:
    • Pueden retrasar la eliminación de la bacteria del cuerpo.
  • Antibióticos:
    • Solo se usan en casos graves o en personas de alto riesgo (como niños pequeños, ancianos o personas inmunodeprimidas).

Prevención:

  • Cocinar bien carnes, huevos y alimentos de origen animal.
  • Lavar frutas y verduras antes de consumirlas.
  • Evitar el consumo de alimentos crudos o mal cocidos.
  • Lavarse las manos antes de comer, después de usar el baño y al manipular animales.

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