El herpes genital es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el virus del herpes simple (VHS), generalmente el tipo 2 (VHS-2), aunque el tipo 1 (VHS-1) también puede causar esta condición. Provoca llagas dolorosas o ampollas en los genitales y áreas cercanas. Es una enfermedad crónica que puede manejarse con tratamiento, pero no tiene cura.
Causas
El herpes genital se transmite a través de:
- Contacto sexual: Relaciones vaginales, anales u orales con una persona infectada.
- Contacto directo con lesiones o secreciones: Incluso cuando las ampollas no son visibles (transmisión asintomática).
- De madre a hijo durante el parto: Puede causar herpes neonatal, una condición grave.
Factores de riesgo:
- Tener múltiples parejas sexuales.
- No usar preservativos.
- Sistema inmunológico debilitado.
Signos y síntomas médicos
Los síntomas varían en intensidad y pueden no ser evidentes en todos los casos.
- Primera infección (brotes iniciales):
- Ampollas dolorosas o llagas en los genitales, ano o áreas cercanas.
- Picazón o ardor antes de que aparezcan las llagas.
- Fiebre, dolor muscular y fatiga.
- Inflamación de ganglios linfáticos en la ingle.
- Brotes recurrentes:
- Los síntomas suelen ser menos severos que en el primer brote.
- Los brotes pueden ser desencadenados por estrés, enfermedades, menstruación o fatiga.
- Infecciones asintomáticas:
- Muchas personas con herpes genital no presentan síntomas, pero pueden transmitir el virus.
¿Cuándo visitar al médico?
Consulta a un médico si:
- Notas ampollas o llagas en los genitales, especialmente si son dolorosas.
- Experimentas ardor o picazón genital persistente.
- Tu pareja ha sido diagnosticada con herpes genital.
Un diagnóstico se confirma mediante examen clínico y pruebas de laboratorio, como PCR o cultivo viral.
Tratamiento
Aunque el herpes genital no tiene cura, los medicamentos antivirales ayudan a controlar los síntomas y reducir la frecuencia de los brotes:
- Medicamentos antivirales:
- Aciclovir, valaciclovir o famciclovir.
- Uso diario (terapia supresiva) para reducir brotes recurrentes y el riesgo de transmisión.
- Cuidado de las llagas:
- Mantener la zona limpia y seca.
- Evitar el contacto directo con las llagas durante los brotes.
- Tratamiento del dolor:
- Analgésicos de venta libre para aliviar molestias.
Prevención
- Uso de preservativos: Aunque no elimina completamente el riesgo, reduce significativamente la transmisión.
- Evitar el contacto sexual durante brotes: Incluso el uso de preservativos no garantiza protección en estos casos.
- Terapia supresiva: En personas con brotes frecuentes para reducir la transmisión.
- Pruebas y comunicación: Informar a las parejas sexuales y realizar pruebas regulares de ITS.
Complicaciones posibles
- Transmisión a recién nacidos: Durante el parto, lo que puede ser grave o incluso mortal (herpes neonatal).
- Mayor riesgo de contraer otras ITS: Incluido el VIH.
- Dolor persistente en la zona genital: En casos raros.